Anton
van Leeuwenhoek
Anton van Leeuwenhoek (en neerlandés en inglés Antony or Anton;
pronunciación holandesa: [ˈantoːni vɑn ˈleːwənˌɦuk]),( 24 de octubre de 1632 – 26 de agosto de 1723) fue un comerciante y científico neerlandés.
Fue el primero en realizar importantes observaciones con microscopios
fabricados por sí mismo. Correspondiente de
la Royal Society de
Londres, a la que se afilió en 1680. Desde 1674 hasta
su muerte realizó numerosos descubrimientos. Introdujo mejoras en la
fabricación de microscopios y fue
el precursor de la biología experimental, la biología celular y
la microbiología. Heredó
la labor de Jan Swammerdam (1637-1680)
que vivió en Ámsterdam.
Sus observaciones al microscopio: se abre
un nuevo campo de conocimiento
Mientras desarrollaba su trabajo como
comerciante de telas, construyó para la observación de la calidad de las
telas lupas de mejor calidad
que las que se podían conseguir en ese momento, tras aprender por su cuenta
soplado y pulido de vidrio. Desarrolló tanto fijaciones para pequeñas lentes biconvexas montadas sobre platinas
de latón, que se sostenían muy cerca del ojo, al modo de los anteojos actuales, como estructuras tipo
microscopio en la que se podían fijar tanto la lente como el objeto a observar.
A través de ellos podía observar objetos, que montaba sobre la cabeza de un
alfiler, ampliándolos hasta trescientas veces (potencia visual que excedía con
mucho la de los primeros microscopios de lentes múltiples).
El médico y anatomista neerlandés Regnier de Graaf (1641-1673) es quien
presenta las primeras observaciones de van Leeuwenhoek a la Royal Society en 1673.
En ellas describe la estructura del moho y
del aguijón de la abeja. Comienza entonces un intenso
intercambio de cartas entre van Leeuwenhoek y los miembros de la sociedad
científica londinense, correspondencia que proseguirá durante casi 40 años,
hasta su muerte en 1723. La Royal Society lo admite como
miembro en 1680, y la Academia de las ciencias de París lo
admite como miembro correspondiente en 1699.
Sus mejores aparatos conseguían más de 200 aumentos. No dejó
ninguna indicación sobre sus métodos de fabricación de las lentes, y hubo que
esperar varias décadas para disponer de nuevo de aparatos tan potentes. Se
ignora cómo iluminaba los objetos observados así como su potencia. El más
potente de sus instrumentos conservados hoy en día tiene una tasa de ampliación
de 275 veces y un poder de resolución de 1,4 μm. Si
bien regaló muchos de sus microscopios a sus allegados, nunca vendió
ninguno. Se estima que solamente una decena los microscopios que construyó
se conservan en la actualidad.Realiza sus observaciones utilizando microscopios
simples que él mismo construye. A su muerte, legó 26 microscopios a la Royal
Society que nunca fueron utilizados y que, un siglo más tarde, se habían
perdido. El 29 de mayo de 1747, dos años después de la muerte de su hija María,
se vende un lote de más de 350 de sus microscopios, así como 419 lentes. 247
microscopios estaban completos, muchos conservando todavía el último espécimen
observado. Dos de estos instrumentos tenía dos lentes y uno contaba con tres.
Van Leeuwenhoek mantuvo durante toda su vida que había aspectos de la
construcción de sus microscopios «que sólo guardo para mí», en
particular su secreto más importante era la forma en que creaba las lentes.
Durante muchos años nadie fue capaz de reconstruir sus técnicas de diseño.
Finalmente, en los años 1950 C. L. Stong usó un delgado hilo de cristal fundido
en vez del pulimento, y creó con éxito algunas muestras funcionales de un
microscopio del diseño de van Leeuwenhoek.
El descubrimiento de los protozoarios
Fue probablemente la primera persona en observar bacterias y otros microorganismos. En una carta fechada
el 7 de septiembre de 1674, evoca por primera vez
las minúsculas formas de vida que observó en las aguas de un lago cerca de
Delft. Después de haber mencionado de nuevo estas criaturas en dos cartas, una
del 20 de diciembre de 1675 y otra del 22 de enero de 1676, en una extensa
carta de diecisiete hojas, fechada del 9 de octubre de 1676, describe lo que actualmente
denominamos protozoarios, especialmente los ciliados a los que se
alimentan de las algas (Euglena y Volvox).
El descubrimiento de los espermatozoides Describe numerosos
organismos cuya determinación es más o menos posible en la actualidad: Vorticella
campanula, Oicomonas termo, Oxytricha sp., Stylonychia sp., Enchelys, Vaginicola, Coleps. En
una carta del 1 de junio de 1674 enviada a Henry Oldenburg, secretario de la
Royal Society, van Leeuwenhoek acompaña unas muestras de los organismos que
había observado. Pero estas observaciones son recibidas con escepticismo por
los científicos de la época, por ello, adjunta a una carta del 5 de octubre de
1677 el testimonio de ocho personas (pastores, juristas, médicos), que afirman
haber visto esos numerosos y variados seres vivos. También recibe el apoyo
de Robert Hooke (1635-1703), que,
en su Micrographia, ofrece
la primera descripción publicada de un microorganismo, y que, en la sesión del
15 de noviembre de 1677 de la Royal Society, afirma la realidad de las
observaciones de van Leeuwenhoek. El traductor de
las cartas que aparecen en Philosophical Transactions, la publicación de la Royal
Society, denomina a estos organismosanimálculos.
En 1677 menciona por
primera vez los espermatozoides en una carta
enviada a la Royal Society, en la que habla de animálculos muy
numerosos en el esperma.
Leeuwenhoek fue consciente de que sus observaciones, que mostraban que en
la semilla contenida en los testículos estaba el principio de la
reproducción de los mamíferos, iba a chocar con el paradigma de su época,
porque sus observaciones estaban en contra de las tesis desarrolladas por
grandes sabios de la época, como William Harvey (1578-1657) o Regnier de Graaf (1641-1673).
Leeuwenhoek y la generación espontánea
Van Leeuwenhoek también es conocido por oponerse a la teoría, por aquel
entonces en vigor, de la generación
espontánea. Junto con el italiano Francesco Redi (1626-1697) y otro
neerlandés, Jan Swammerdam (1637-1680), hace
numerosas observaciones sobre los insectos y sobre su reproducción.
Aunque al principio de sus observaciones no parece estar en contra de esta
teoría, realizando unos estudios a mediados de los años 1670 diseca piojos y observa pequeñas crías de estos
insectos en los huevos que se
encuentran en el cuerpo de las hembras.Realiza experiencias similares
con pulgas y sus
huevos, aunque no logra reconocer a las pulgas al ver sus larvas, a pesar de
las observaciones publicadas por Swammerdam unos años antes. Años más
tarde volvería a estudiar estos animales.
Estuvo interesado, a principios de 1679, por la presencia de un gusano (Fasciola hepatica) en el hígado de cordero,
y, como Redi y Swammerdam, no comprende el complejo ciclo vital del animal, que
no sería dilucidado hasta muchos años después.
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